Hay un dicho que reza que nadie es profeta en su tierra, y es posible que Diego González Rivas (A Coruña, 1974) se vea reflejado en él. Y seguramente el problema no radique en el mayor o menor reconocimiento que pueda tener este cirujano gallego en España (aunque a lo mejor sí), sino en su abrumador prestigio internacional. Es tal la atracción que despierta en todo el mundo, tras haber creado una técnica revolucionaria en el campo de la cirugía torácica, que la que pueda generar a aquí siempre se verá, por una razón cuantitativa, como algo insuficiente.
El cirujano Diego González Rivas fue el invitado que se sentó en el sofá de La Resistencia en su entrega emitida en la madrugada del 23 al 24 de junio. El coruñés aparece en una de las entregas de La España Llena, el programa que Movistar+estrenó el pasado 14 de junio.
El primer día que Diego González Rivas(A Coruña, 1974) entró en un hospital se quedó "pasmado". Era un niño que ese día acompañaba a su madre, enfermera. Hay vocaciones que despiertan con furia, y la de GonzálezRivas fue imparable. Hoy este doctor del hospital de A Coruña es el miembro más joven de la Asociación Americana de Cirugía Torácica, opera en todo el mundo, dirige el programa de videocirugía torácica en el Shangai Pulmonary Hospital y, sobre todo, ha inventado una técnica. Algo que se llama Uniportal VATS. Un libro de Elena Pita, Imposible es nada (La Esfera), da cuenta de la revolución quirúrgica que ha mejorado la vida de miles de pacientes.
Dice de él la prensa estadounidense que es el cirujano más reconocido del mundo entero desde los tiempos del doctor Barnard (primer trasplante de corazón, 1967). He visto en fotos que en China lo reciben con neones ("¡Bienvenido doctor González!"). En La Habana le rinden homenaje los hermanos Castro y su elite médica, y con inquietud lo esperan en Rusia, Nueva York, Cambridge, Arabia Saudí, Brasil, Ámsterdam, Sudáfrica y, así, el planeta alrededor.